DE UN NIDO DE DUDAS A UN ARBOL DE ENSUEÑOS

 


A la sombra de un árbol seco,
se cobijan mis gorriones,
fantasmas de mi cerebro,
que deambulan sin razones.

Agazapados entre las ramas
aguardan pacientes su turno,
agarrados a la hojarasca,
anidan calmosos su fruto.

Alimentados de ensueño,
picotean de la utopía,
mientras la ilusión les engendra,
óvulos de fantasía.

Y Aquí agarraditos los tengo,
uno a uno los voy contando.
¡Cada día uno nuevo!
tanta ave en tan poco espacio...
y así protegidos los crío,
y poco a poco los voy mimando,
mientras ellos van creciendo,
y a su vez, van procreando.

Mas ahora agitan sus alas,
todos al unísono.
¡Algo sacudió mi árbol!
que los despojó de sus nidos.

Se revelan mis fantasmas,
se despiertan mis pajaritos,
y revoloteando pían.
“¡¡Es una guerra de picos!!”.

Ya se han creado mil bandas,
mil cuadrillas y un motivo.
Todos luchan por la causa,
de ejercer el dominio.
Todos quieren someter mi árbol,
ese árbol seco, ese árbol marchito.
Pretenden conquistar sus ramas,
a fuerza de golpe de pico.

Y mientras la batalla avanza
yo lucho por tornarlos al nido.

Uno a uno voy cogiendo
y los someto a cobijo.

Pero entre tanta ave revuelta,
entre tanto fantasma ido,
de esta forma no hay manera,
antes muertos que vencidos.

No hay manera , no hay forma,
no hay quien pueda reducirlos.
Y aquí yacen mis fantasmas,
en el valle de los caídos.
Mas no hay ninguno muerto,
solo agotados, rendidos.

Ahora es ocasión de cogerlos...
de agarrar mis pajaritos,
de atraparlos de nuevo,
y meterlos en sus nidos.

Ya que el silencio ha vuelto.
Ahora que pían bajito.
Ahora que es tiempo de tregua,
voy a descansar un ratito,
que ante la próxima batalla,
quiero buscarme cobijo.

Cobijo a la sombra de ese árbol seco.
Cobijo a la sombra de ese árbol marchito.



Comentarios

Entradas populares